Este artículo es una ampliación del anterior, centrándome en como se llegó a descubrir el ADN y su estructura, que ha pasado por varios científicos y experimentos.
Después de tratar las células con soluciones salinas, alcohol y enzimas (pepsina) vió que las células tratadas daban un precipitado gelatinoso cuando se añadía ácido, pudiendo estar relacionado con el núcleo celular y para ensayar esta posibilidad se dedicó a aislar núcleos. Cuando repetía estos experimentos en los núcleos aislados, observó que se formaba un material complejo que contenía entre otras cosas nitrógeno y fósforo.
En 1874, Miescher comenzó sus investigaciones con el esperma de los salmones y descubrió la presencia de una serie de sustancias, nucleína, y una fuerte básica, a la que denominó protamina.
En 1928, Frederick Griffith, investigaba una enfermedad infecciosa, la neumonía y estudiaba dos tipos de cepa de la bacteria Streptococcus peumoniae que producía la enfermedad y otra que no la causaba, la cepa S y la cepa R respectivamente.
Inyectó la cepa S (virulentas) a un ratón y éste murió. Después inyecta la cepa R (no virulenta) que no mata al ratón. Prueba las S muertas por calentamiento, pero el ratón sobrevive. Finalmente inyecta las R vivas y las S muertas por calor infectando y matando al ratón. El experimento decisivo fue que al analizar al ratón muerto, se recuperaron las cepas S vivas.
Con esto pudo demostrar el principio transformante, ya que las bacterias obtenidas eran capaces de matar otros ratones, por lo que Griffith pudo transformar una cepa no patógena en patógena.
Gracias a este experimento otros científcos como O.T. Avery, MacLeod y McCarty hicieron una serie de expermientos usando cepas de la bacteria neumococo, la cual causa la neumonía.
Los neumococos son bacterias que cuando no tienen cápsula son rugosos y si la tienen, son lisos. Pero Avery, encontró que esta diferencia permitía la virulencia de las bacterias.
Griffith descubrió que al inyectar a ratones con pequeñas dosis de neumococos no virulentos junto con grandes cantidades de neumococos patógenos pero muertos por calentamiento, los ratones morían pero en su sangre se mostraban bacterias encapsuladas vivas. Es decir, en estas condiciones experimentales el neumococo no virulento adquiere la información para sintetizar la cápsula en el cuerpo del ratón y la capacidad de producir la enfermedad.
En este momento, Avery y si equipo comenzaron a experimentar usando tubos de ensayo en vez de un ratón. Usaron detergente para descomponer las células lisas muertas por el calor creando una lisis que usaron para los ensayos de transformación. Los tubos funcionaron bien y mostraron que la lisis de S muerta por calor podían cambiar de rugosa a lisa, por lo que el principio transformador estaba en algún lugar de la lisis (rotura de la membrana celular). Comenzaron a experimentar con la lisis de las cepas y cuando querían probar y purificar la lisis, precipitaron los ácidos nucleicos con alcohol. Fueron los primeros en aislar los ácidos nucleicos de un neumococo.
Cuando vieron que el principio transformante no estaba en la cubierta de azúcar ni en la de las proteínas, por lo que tendría que estar en la de los ácidos nucleicos.
Disolvieron la mezcla con alcohol en agua, destruyendo el ARN, probaron la capacidad transformadora de esta solución, pero no tenía. Finalmente, cuando habían dejado ADN puro, incubaron la solución con la enzima digestora de ADN, probaron la capacidad transformante, pero fue incapaz. Avery y su equipo concluyeron que el ADN es el principio transformador y la naturaleza química del material genético, hecho que publicaron en 1944.
Por último, los estudios del ADN mediante difracción de los rayos X, llevados a cabo por Rosalynd Franklin, fueron decisivos para que en 1953, James Watson y Francis Crick elaboraran el modelo de doble hélice de la molécula de ADN.
Franklin en 1953, escribió en su cuaderno que la estructura del ADN estaba compuesta por dos cadenas, esto ayudó a Watson y Crick a averiguar como se conectaban las cadenas llegando a la conclusión de que se producía por la unión de sus bases nitrogenadas complementarias: adenina-timina, guanina-citosina, y formando la doble hélice.
Griffith descubrió que al inyectar a ratones con pequeñas dosis de neumococos no virulentos junto con grandes cantidades de neumococos patógenos pero muertos por calentamiento, los ratones morían pero en su sangre se mostraban bacterias encapsuladas vivas. Es decir, en estas condiciones experimentales el neumococo no virulento adquiere la información para sintetizar la cápsula en el cuerpo del ratón y la capacidad de producir la enfermedad.
En este momento, Avery y si equipo comenzaron a experimentar usando tubos de ensayo en vez de un ratón. Usaron detergente para descomponer las células lisas muertas por el calor creando una lisis que usaron para los ensayos de transformación. Los tubos funcionaron bien y mostraron que la lisis de S muerta por calor podían cambiar de rugosa a lisa, por lo que el principio transformador estaba en algún lugar de la lisis (rotura de la membrana celular). Comenzaron a experimentar con la lisis de las cepas y cuando querían probar y purificar la lisis, precipitaron los ácidos nucleicos con alcohol. Fueron los primeros en aislar los ácidos nucleicos de un neumococo.
Cuando vieron que el principio transformante no estaba en la cubierta de azúcar ni en la de las proteínas, por lo que tendría que estar en la de los ácidos nucleicos.
Disolvieron la mezcla con alcohol en agua, destruyendo el ARN, probaron la capacidad transformadora de esta solución, pero no tenía. Finalmente, cuando habían dejado ADN puro, incubaron la solución con la enzima digestora de ADN, probaron la capacidad transformante, pero fue incapaz. Avery y su equipo concluyeron que el ADN es el principio transformador y la naturaleza química del material genético, hecho que publicaron en 1944.
Por último, los estudios del ADN mediante difracción de los rayos X, llevados a cabo por Rosalynd Franklin, fueron decisivos para que en 1953, James Watson y Francis Crick elaboraran el modelo de doble hélice de la molécula de ADN.
Franklin en 1953, escribió en su cuaderno que la estructura del ADN estaba compuesta por dos cadenas, esto ayudó a Watson y Crick a averiguar como se conectaban las cadenas llegando a la conclusión de que se producía por la unión de sus bases nitrogenadas complementarias: adenina-timina, guanina-citosina, y formando la doble hélice.
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